Eso es lo que pasó ayer en el Arcángel. El Deportivo de la Coruña nos despertó bruscamente de nuestro sueño. Nos dejó en nuestro sitio y sirve para que seamos realistas y respetemos la categoría y a los equipos. Nos sirve para ver que tenemos un equipo bueno pero que a veces solo vale dar dos pases buenos y ya esta.
Tres puntos que se llevó el Deportivo con dos contras y un buen amarre en el centro del campo en la primera parte.
El Córdoba en la primera parte no dio ninguna a derechas, le salió todo mal. El Deportivo se adelantó en el minuto 33 con un pase y Salomao pilló a la defensa descolocada y se plantó solo ante Alberto que nada pudo hacer.
En la segunda parte el Córdoba salió mejor, tocando la pelota como sabe y como le gusta a Paco Jémez. Cuando mejor estaba jugando el Córdoba, en una jugada de posible ocasión de gol, el Deportivo recuperó el balón y tras un contra mortal Riki mató el partido.
Resumen corto pero es lo que pasó.
Un Deportivo que supo manejar el partido como quiso y un Córdoba que no le salió nada.
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